martes, 14 de febrero de 2017

CAMILO ES CAMILO Y NO JORGE

 15 de febrero de 1966  
Cae en combate Camilo Torres Restrepo

Proclama a los colombianos

Por Camilo Torres
Durante muchos años los pobres de nuestra patria han esperado la voz de combate para lanzarse a la lucha final contra la oligarquía.

En aquellos momentos en los que la desesperación del pueblo ha llegado al extremo, la clase dirigente siempre ha encontrado una forma de engañar al pueblo, distraerlo, apaciguarlo con nuevas formulas que siempre paran en lo mismo: el sufrimiento para el pueblo y el bienestar para la casta privilegiada.

Cuando el pueblo pedía un jefe y lo encontró en Jorge Eliécer Gaitán, la oligarquía lo mato. Cuando el pueblo pedía paz la oligarquía sembró el país de violencia. Cuando el pueblo ya no resistía mas violencia y organizo las guerrillas para tomarse el poder, la oligarquía invento el golpe militar para que las guerrillas engañadas, se entregaran. Cuando el pueblo pedía democracia, se le volvió a engañar con un plebiscito y un Frente Nacional que le imponía la dictadura de la oligarquía.

Ahora el pueblo ya no creerá nunca más. El pueblo no cree en las elecciones. El pueblo sabe que las vías legales están agotadas. El pueblo sabe que no queda sino la vía armada. El pueblo esta desesperado y resuelto a jugarse la vida para que la próxima generación de colombianos no sea de esclavos. Para que los hijos de los que ahora quieren dar su vida tengan educación, techo, comida, vestido y sobre todo DIGNIDAD. Para que los futuros colombianos puedan tener una patria propia, independiente del poderío norteamericano.

Todo revolucionario sincero tiene que reconocer la vía armada como la única que queda. Sin embargo. El pueblo espera que los jefes con su ejemplo y con su presencia den la voz de combate.
Yo quiero decirle al pueblo colombiano que este es el momento. Que no lo he traicionado. Que he recorrido las plazas de los pueblos y ciudades clamando por la unidad y la organizaci6n de la clase popular para la toma del poder. Que he pedido que nos entreguemos por estos objetivos hasta la muerte.


Ya esta todo preparado. La oligarquía quiere organizar otra comedia en las elecciones; con candidatos que renuncian y vuelven a aceptar; con comités bipartidistas; con movimiento de renovación a base de ideas y de personas que no solo son viejas sino que han traicionado al pueblo. ¿Qué más esperamos colombianos?

Yo me he incorporado a la lucha armada. Desde las montanas colombianas pienso seguir la lucha con las armas en la mano, hasta conquistar el poder para el pueblo. Me he incorporado al Ejercito de Liberación Nacional porque en él encontré los mismos ideales del Frente Unido. Encontré el deseo y la realización de una unidad por la base, de base campesina, sin diferencias religiosas ni de partidos tradicionales. Sin ningún animo de combatir a los elementos revolucionarios de cualquier sector, movimiento o partido. Sin caudillismos. Qué busca liberar al pueblo de la explotación de las oligarquías y del imperialismo. Que no depondrá las armas mientras el poder no este totalmente en manos del pueblo. Que en sus objetivos acepta la plataforma del Frente Unido.
Todos los colombianos patriotas debemos ponernos en pie de guerra. Poco a poco irán surgiendo jefes guerrilleros experimentados en todos los rincones del país. Mientras tanto debemos estar alerta. Debemos recoger armas y municiones. Buscar entrenamiento guerrillero. Conversar con los más íntimos. Reunir ropa, drogas y provisiones, y prepararnos para una lucha prolongada.

Hagamos pequeños trabajos contra el enemigo en los que la victoria sea segura. Probemos a los que se dicen revolucionarios. Descartemos a los traidores. No dejemos de actuar pero no nos impacientemos. En una guerra prolongada todos deberán actuar en algún momento Lo que importa es que en ese preciso momento la revolución nos encuentre listos y prevenidos. No se necesita que todos hagamos todo. Debemos repartir el trabajo. Los militantes del Frente Unido deben estar a la vanguardia de la iniciativa y de la acci6n. Tengamos paciencia en la espera y confianza en la victoria final.

La lucha del pueblo se debe volver una lucha nacional. Ya hemos comenzado porque la jornada es larga.

Colombianos: No dejemos de responder al llamado del pueblo y de la revolución.

Militantes del Frente Unido: Hagamos una realidad nuestras consignas:

¡Por la unidad de la clase popular hasta la muerte!

¡Por la organización de la clase popular hasta la muerte!

¡Por la toma del poder para la clase popular hasta la muerte! Hasta la muerte porque estamos decididos a ir hasta el final. Hasta la victoria por que un pueblo que se entrega hasta la muerte siempre logra la victoria.

Hasta la victoria final con las consignas del Ejercito de Liberación Nacional:

¡NI UN PASO ATRÁS!

¡LIBERACIÓN 0 MUERTE!


ver mas en:http://www.elortiba.org/camilo.html

lunes, 6 de febrero de 2017

"LA TAREA FUE ORDENADA, SOLO QUEDA CUMPLIRLA Y HONRARLA"

Para nosotras y nosotros, militantes de Convocatoria por la Liberación Nacional y Social-Segunda Independencia, el compañero revolucionario John William Cooke, es guía y sus pensamientos son material de lectura en los talleres de formación política; es un ejemplo de entrega y militancia para nosotros. El Bebe siempre está en nuestras conciencias indicando el rumbo para no desviarnos del camino por la Liberación Nacional y Social en Argentina, y para toda la Patria Grande. Una Liberación Nacional que va de la mano de la Revolución Social; ejemplo militante antimperialista y anticapitalista, encuadrado en una identidad política nacional de su tiempo; bandera del Nacionalismo Popular Revolucionario argentino.

Queremos compartir, mas allá de agradecer a la Agrupación “Juana Azurduy”, el rescate de su biografía por parte del autor y el esfuerzo de la editorial, ciertos conceptos necesarios para comprendernos ante nuestras diferencias ideológicas, y compartir a su vez el pensamiento del compañero y camarada Cooke. En ese sentido comenzar diciendo que esta es una tarea imprescindible para la Descolonización de nuestras ideas, que es avasallada permanentemente por la Ideología dominante del liberalismo capitalista hegemónico global.
Para empezar entendemos a la Política como una acción de servicio a los intereses emancipatorios de nuestro Pueblo; como un acto noble, sagrado, de entrega en la resolución de las causas de los conflictos que la opresión genera, y así poder alcanzar la felicidad colectiva. El Bebe fue uno de los tantos que nuestro Pueblo ha parido para esa tarea; y Cooke ha entregado su vida a ello.

Con solo 25 años de edad, más allá de su cargo de diputado nacional, Cooke rápidamente, cuando ocurre el golpe de Estado de 1955, con criterio propio, proveniente de otra orientación política, se asume como militante orgánico en el centralismo democrático del Movimiento peronista. Rápidamente y sin dudar sobre su deber en la defensa de los intereses del pueblo, conforma la dirección de los Comandos en Lucha en Capital Federal, que él mismo crea. A partir de su decisión de armarse y enfrentar a la dictadura del ´55, mientras otros vacilaron, se escondieron, huyeron o peor aún negociaron, Cooke comenzará desde el primer momento a ser, de hecho, un importante dirigente de la Resistencia Peronista. En pleno trabajo clandestino contra la dictadura, Cooke alerta en sus cartas a Perón de las traiciones y las burocracias enquistadas en las direcciones del Movimiento Peronista, y sobre todo en el Partido.

Su conducta obliga a Perón a ponerlo al frente de la Resistencia; voluntad que expresa en su famosa carta, en la que dice: “…autorizo al compañero doctor Don John William Cooke, actualmente preso por cumplir con su deber de peronista, para que asuma mi representación en todo acto o acción política. En este concepto su decisión será mi decisión y su palabra la mía. En él reconozco al único jefe que tiene mi mandato para presidir a la totalidad de las fuerzas peronistas organizadas en el país y en el extranjero y sus decisiones tienen el mismo valor que las mías. En caso de fallecimiento, delego en el doctor don John William Cooke el mando del movimiento.”
Cuando la historia, frente a hechos difíciles, le exigió una definición de qué lado estar, no dudó en ponerse al frente y servir a la voluntad emancipadora y de liberación del Pueblo Trabajador;  y todo el tiempo con la claridad en el concepto de Poder, como fuerza realizadora popular, tan necesario para cualquier opción revolucionaria. Cooke centraba sus fuerzas constantemente en liberar el poder popular hacia la toma de las instituciones en manos de la elite dominante. Así, también hoy, concebimos nuestra tarea revolucionaria principal, en construir organización política hacia la toma de las instituciones que se encuentran en manos enemigas, a través del Poder del Pueblo sublevado.

Cooke entenderá a la clase Trabajadora necesariamente protagónica en la conducción del Movimiento, para romper con las burocracias que intentan sus beneficios personales, asfixiando y matando la voluntad del Pueblo.  Por ello, muchos años antes de la vuelta de Perón, él ya estaba enfrentando a la burocracia sindical y del partido, discutiendo fuertemente con Perón respecto de la limpieza necesaria en las conducciones del Movimiento, y optando por organizar políticamente a los oprimidos para combatir las traiciones y la entrega interna y foránea; y así poder inclinar la balanza a favor de la clase trabajadora dentro de él.
Esos enfrentamientos,  le cuestan a Cooke el alejamiento y ostracismo, así como mas tarde le cuesta la vida a su compañera, Alicia Eguren (que contundentemente en su carta a Perón del año 1971 denuncia y expresa su enfrentamiento a dichas burocracias); ambos nuevamente definen continuar a pesar de la cárcel y la persecución su lucha internacionalista por la liberación del continente en Cuba. Nuevamente, allí, ya en los años ´60, optarán por la lucha armada en defensa de la Revolución, contra el intento de desembarco norteamericano en la isla.

No hay espacio para libres interpretaciones del Bebe y de Alicia. Cooke ha dejado todo escrito para que las futuras generaciones de revolucionarios tengan básicamente lo necesario para no detener la disputa, ni desviarse del objetivo: “Construir la vanguardia de la revolución para realizar la insurrección popular, por un método, por otro, o por varios combinados. Pero lo fundamental es tener cuadros, y muchos cuadros, porque en la lucha se necesitará mucha gente, segura, disciplinada y con experiencia, que es lo que todos vamos adquiriendo. No hay que tener temor de decirle las verdades al pueblo, y debemos destruir el terrorismo ideológico que pretenden imponernos nuestros enemigos, así como la pasividad y el pacifismo de nuestros aliados en la lucha contra el imperialismo…Si es una guerra librada contra el régimen, no podemos contar con los que combaten “dentro” del régimen. Combatimos contra el sistema y no contra una de sus variantes…No hay política nacionalista sino bajo la conducción de la clase trabajadora, que movilice la voluntad nacional tras la empresa revolucionaria de cambiar el orden social existente y asegurar sus bases mediante el desarrollo independiente, hasta desplazar del poder a las clases dominantes, la toma del poder por los trabajadores y la construcción nueva.”

Todo fue dicho, por más que algunos por décadas han querido silenciar, desaparecer, o como en los últimos años kirchneristas, trasvestir la historia y usufructuarla para beneficio propio. La frase de Alicia Eguren en su carta al General,  sentencia con claridad, ya por los años ´70, el futuro del Movimiento peronista ante la posible, y luego verificada, victoria de los sectores pro-capitalistas y cipayos del Imperio, frente a las fuerzas revolucionarias dentro del Movimiento: “Hay un peronismo integrado, burgués, proimperialista, minoritario pero con la fuerza de los aparatos integrados al sistema. Un  peronismo revolucionario, en desarrollo, al cual se suman nuevas generaciones de muchachos y muchachas que se acercan al movimiento por su identificación fundamental con la lucha del movimiento obrero, contra el sistema y contra sus burocracias…En sus manos esta acelerar el proceso revolucionario en el país y en el Continente, o troncarlo y desviarlo y multiplicar sus dificultades…Considere, General que mi lealtad, que ha sido jamás enturbiada, es la lealtad a la revolución. Por ella combatirá un Pueblo.”

Por ello Cooke, dentro del Movimiento Nacionalista, que adopta como identidad política, como buen antiimperialista que fue, entiende que el Peronismo no es solo un Partido o herramienta electoralista al cual se ingresa por afiliación burocrática para delegar la tarea política; sino que es la propia experiencia del pueblo, en una determinada etapa histórica, y que la tarea no solo es acompañarla sino conducirla hacia la necesaria opción revolucionaria. A su vez, será muy duro con las izquierdas eurocentricas alejadas de las experiencias de su pueblo, será muy duro con los reformitas de construcciones de grupos y no de masas, así como de los situacioncitas que solo identifican el aquí y ahora, con una inorganicidad que multiplica la impotencia mentirosamente basista, y que sólo (como lo indica en “Malestar en las Bases” en su libro “Apuntes para la Militancia”, que para nosotros es un librito de cabecera básico) son poleas de transmisión de la confusión generalizada que el propio sistema liberal capitalista dominante necesita para continuar con su opresión.
Ya Cooke, como Alicia, presagiaban el futuro del Peronismo al ser derrotadas las fuerzas revolucionarias dentro de él. La decisión de Perón en su retorno por silenciar las rebeldías, y luego el golpe del ´76, vinieron a inclinar la balanza para que la conducción del más grande movimiento de liberación nacional en América Latina, junto con su Partido, quedaran en manos enemigas y sea hoy un interlocutor más del imperio del capital concentrado liberal mundial.  Por ello nos indigna, a esta altura, luego de tanta sangre derramada, tantas vidas entregadas a la revolución argentina, y para el continente, que en nombre de estas banderas se haya enmascarado en estos últimos doce años nuevamente la entrega del patrimonio nacional (mas allá de las buenas y abnegadas intenciones de tanta militancia), se haya profundizado la dependencia económica capitalista y nos hayan dejado en manos del liberalismo financiero empresarial internacional. No hay opción dentro de los partidos del sistema, y menos dentro del Partido Justicialista. Cualquier excusa de disputa interna hacia esos lados, nuevamente es una gran mentira, y sobre todo una afrenta a la memoria de las y los revolucionarios que ya nos alertaban sobre ello, con la única autoridad moral de haberla combatido, dentro de la propia experiencia popular.

Por ello nuestra organización política, se reconoce en la experiencia popular del Nacionalismo Revolucionario, y tiene como método de análisis y guía de construcción, en este sistema capitalista de acumulación de ganancias y riquezas, al marxismo-leninismo; y comprende por qué Cooke a su vuelta de Cuba vuelve a intentar nuevamente retomar la construcción política revolucionaria dentro del Movimiento Nacional Peronista para dar esa batalla, y así no desprender y alejar a la vanguardia de las masas populares, y menos dejar en orfandad a la clase trabajadora, sin su propia practica y experiencia de lucha por la Liberación Nacional junto a su Pueblo.

En Cooke mismo, en su hacer, decir y pensar, se encuentra la síntesis superadora del propio movimiento peronista, de la lucha de clases en el movimiento nacional, de la necesaria construcción política para la Defensa de la Nación, y en la necesaria opción revolucionaria para todo ello. Cooke no era anarquista, ni autonomista, ni basista, ni horizontalista, ni indigenista o ecologista (y a la vez su pensamiento incluía varios de estos valores y principios), y menos incentivaría en este siglo la desorganización e individualismo de autoconvocatorias por meros “derechos individuales”. Los derechos de las mujeres no los pensaba escindidos de la lucha de clase, y junto a su compañera peleaban a la par entendiendo que dentro de los oprimidos la Mujer es la más oprimida en el sistema capitalista a combatir (que antes que nada el problema es de clase y no de género). No creía en recetas importadas por sobre la propia experiencia Nacional de su Pueblo. Era un revolucionario orgánico al centralismo democrático de su organización, y con criterio propio para el debate y la discusión. Era un militante nacionalista revolucionario que estaba convencido de terminar con la división de clases, y luchaba por el Socialismo para su Pueblo.

Aquí nos encontramos varias organizaciones de luchadoras y luchadores que conocemos bien el sufrimiento de nuestro Pueblo, porque militamos codo a codo cotidianamente para organizar el descontento y la bronca. Tenemos varios años ya de experiencia de lucha en las calles. Tenemos el mandato por construir, como el Bebe nos indicaría, no cualquier unidad, sino la Unidad de las y los que estamos decididos por subvertir este orden impuesto; poder priorizar la voluntad de nuestro Pueblo por sobre nuestras particularidades, y decidirnos a construir los consensos hacia un Frente de Liberación Nacional y Social, es la tarea que se nos impone. Con meno de ello no se conformará nuestro Pueblo.



Llevar con dignidad las banderas de Cooke, de Alicia y de miles de militantes que dieron su vida por un proyecto revolucionario hacia la Patria Socialista, no es tarea fácil, nunca lo fue, y menos en este reducido y concentrado mundo en guerra imperial, frívolo, liberal e individualista; pero el intento lo vale. Por ellos no podemos detenernos, por más que nos tienten con atajos electoralistas y/o con tremendismos golpistas, entendiendo que hay que dar la disputa en todos los frentes pero sin desviar el objetivo final. Confiamos en el poder de nuestro Pueblo, es hora de decidirnos a dar un cauce organizativo al torrente que derribe los muros instituidos, y levante una nueva sociedad que avance hacia su felicidad en libertad.

Enero 2017


Material realizado en base a la ponencia de la compañera de la Conducción Nacional de Convocatoria-Segunda Independencia, Carina Maloberti.